El pasado verano la dirección de Makro decidió sin ningún tipo de acuerdo ni de contacto previo con la representación de los trabajadores abrir una serie de domingos y festivos y lo hizo sabiendo que eso es algo que no cuenta con nuestra complicidad, nos arranca de nuestras familias en días festivos, nos desconecta de nuestra vida y no nos genera ninguna compensación económica. Llevamos tiempo advirtiendo a la dirección que esta situación sólo puede acabar en un conflicto.
Con la excusa de la Pandemia la dirección se deshizo de todos los trabajadores temporales que había en el centro. Algunos han vuelto pero los mas, no. Ahora somos menos. Bastantes menos que antes de la Pandemia y además el trabajo en el departamento de Delivery se ha incrementado, de hecho la mayor parte del crecimiento de la venta se origina en el Delibery lo que hace que las cargas de trabajo se incrementen y que la desorganización en la tienda sea cada día mayor. Llevamos tiempo advirtiendo a la dirección que esta situación sólo puede acabar en un conflicto.
Las excesivas cargas de trabajo a las que nos somete la dirección nos lleva a sufrir cada día mas físicamente y eso nos acarrea, mas pronto que tarde, a terminar con bajas médicas y eso nos cuesta dinero ya que la dirección nos sustrajo las mejoras que en este aspecto teníamos de una forma injusta y cruel con el único objetivo de castigar a la plantilla y de implantar un régimen de terror a sufrir esas pérdidas. Aun así, los índices de absentismo no se han corregido y la última ocurrencia de la dirección para consolidar el miedo entre la plantilla es inventarse una nueva fórmula para despedir trabajadores al reincorporarse al puesto de trabajo, algo que no estamos dispuestos a consentir. Llevamos tiempo advirtiendo a la dirección que esta situación sólo puede acabar en un conflicto.
Llegados aquí la capacidad de seguir aguantando estas cacicadas se ha terminado y ahora si, ahora estamos a la puerta del conflicto, un conflicto que su intransigencia y falta de profesionalidad ha provocado. Ya no caben mas advertencias y a partir de este momento se inician los plazos para demostrar a la dirección que solo su rectificación acordada con la RLPT les puede evitar nuestras movilizaciones. Tic, Tac, Tic, Tac…

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